Saqqara-Menfis

Saqqara y Menfis: todo lo que necesitas saber

Saqqara y Menfis son dos lugares indisolublemente ligados entre sí. Y no solo por su cercanía, sino también por su historia. Por ello, es habitual organizar una excursión a Saqqara y Menfis en el mismo día, normalmente desde El Cairo, aunque también es posible hacerlo desde otros destinos turísticos de Egipto. Su relación es sencilla: Menfis era la capital del país en tiempos del Imperio Antiguo y Saqqara, una de las necrópolis elegidas por sus faraones para el descanso eterno. Era algo parecido a lo que ocurrió, siglos después, con Tebas y el Valle de los Reyes, si admitimos ese paralelismo.

Además, en esta página añadimos otros dos lugares que también están relacionados con Saqqara y Menfis: Abusir y Dahshur. Todos ellos, así como Giza (a la que dedicamos otra página entera), forman un mismo sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, con el nombre de ‘Menfis y su necrópolis. Zonas de las pirámides desde Giza hasta Dahshur’.

Así que si está en tus planes hacer una excursión a Saqqara, Menfis, Abusir o Dahshur, toma buena nota de la información que aquí te proporcionamos. Y recuerda que podemos organizar para ti un viaje a medida, con la duración que desees, el servicio de transporte más cómodo y los mejores profesionales para acompañarte.

Tabla de contenidos

Ubicación y clima en Saqqara y Menfis

Saqqara y Menfis están muy cerca de El Cairo… aunque ya existían varios miles de años antes de que se fundara la actual capital egipcia. Están a unos 20 km Nilo arriba, hacia el sur. Puede que no los encuentres en un mapa normal, pues la población que aquí hay ahora tiene un nombre diferente: Mit Rahina, un pequeño poblado que se asienta, literalmente, sobre la antigua Menfis. Esto es así porque, tras el abandono de la ciudad en el ocaso de la antigua civilización egipcia, el Nilo fue depositando sus capas de limo en cada crecida y, sobre ellas, se edificó tiempo después la actual Mit-Rahina. Por ello, una cosa es cierta: bajo tierra aún permanecen incalculables y desconocidos vestigios de aquella gran capital, que quizás iremos descubriendo poco a poco en el futuro gracias a nuevas excavaciones.

Un par de kilómetros más cerca está Abusir, a unos 18 km de El Cairo, mientras que la necrópolis más alejada es Dahshur, junto a la población del mismo nombre, a algo más de 30 km. Todos estos lugares están en la margen izquierda del Nilo y pertenecen a la Gobernación de Giza. Al otro lado del río, en cambio, se encuentra la ciudad de Helwan, de mayor tamaño, con una importante universidad e incluso varias paradas de la red de Metro de El Cairo.

Por lo que respecta al clima, nada difiere del que encontrarás en El Cairo y en Giza, por lo que puedes consultar sus respectivas páginas y la dedicada al Clima de Egipto para más detalle: temperaturas máximas muy elevadas en el verano, posibilidad de aparición del chamsin (o jamsin), necesidad de protegerse la piel, la cabeza y los ojos, etc.

Pirámide de Zoser o Djeser
Pirámide de Zoser o Djeser

Un poco de historia sobre Saqqara y Menfis

En este binomio Saqqara-Menfis, la segunda surgió antes. Menfis fue la primera gran capital que tuvo el Antiguo Egipto y, según la leyenda, fue fundada en torno al 3050 a.C por Menes, el primer faraón de aquella civilización, que a menudo se asocia a la figura de Narmer (Dinastía I, Periodo Arcaico). Lo que sí es seguro es que esta ciudad fue la capital del reino unificado, al menos desde la Dinastía II hasta la VI. Sustituía así a Tinis, ubicada en el Alto Egipto, pues Menfis se ubicaba en un lugar estratégicamente más interesante: entre el Alto y el Bajo Egipto, ejerciendo de bisagra entre ambas áreas.

No hay mucha información al respecto del tamaño, forma y otros detalles de Menfis. Los propios egipcios la llamaron de diferentes maneras: Ineb-hedy (‘la del Muro blanco’), Anj-tauy (‘Balanza de las Dos Tierras) y Men Nefer (‘Estable en Belleza’), precedente del posterior nombre de Menfis que, como ocurre con tantas otras ciudades, era el que le dieron los griegos.

Además de ser la capital administrativa y una ciudad importante a nivel económico, buena parte de su importancia era de carácter religioso. Aquí se encontraba el Gran Templo de Ptah, dios creador según la teología menfita, y es considerado uno de los tres grandes templos de la religión egipcia, junto con el de Ra en Heliópolis y el de Amón en Tebas.

Durante el Imperio Antiguo, los faraones que gobernaban el país desde Menfis sintieron la necesidad de ser enterrados en lugares propicios para su descanso eterno, con todo lujo de detalles. Y es entonces cuando ponen sus miras en Saqqara, junto a Menfis, a varios kilómetros al oeste, ya en terreno desértico. Es así como, a partir de la Dinastía II, los reyes egipcios empiezan a enterrarse en esta necrópolis, sustituyendo a la de la Dinastía I en Umm el-Qaab, en Abidos, cuando la capital era Tinis. Y así se mantuvo hasta el final del Imperio Antiguo con Pepy II (dinastía VI), aunque con importantes periodos de paréntesis en los que otros faraones eligieron las necrópolis de Abusir, Dahshur y Giza.

La importancia y el esplendor de Menfis no fueron siempre constantes y, tras un largo declive, experimentó un resurgimiento con faraones de la Dinastía XIX (h. 1295-h. 1185 a.C, Imperio Nuevo), especialmente Ramsés II, como es fácil entender ante su colosal estatua en el Museo de Mit Rahina. Y su fama traspasó fronteras, pues es nombrada en diferentes ocasiones en la Biblia.

Pero durante el Tercer Periodo Intermedio y la Baja Época (1069-332 a.C) experimentó una constante decadencia, sufriendo saqueos por invasores asirios. La puntilla la recibió cuando la dinastía ptolemaica eligió la recién fundada Alejandría como capital y ciudad de referencia del país. Su final definitivo llegó en el 641 d.C, cuando los ejércitos árabes conquistaron rápidamente Egipto y empezaron a usar sus ruinas para la construcción de otros edificios en el país.

Qué ver en Saqqara

Qué ver en una excursión a Saqqara y Menfis

En una excursión a Saqqara y Menfis, la arqueología y la historia del Antiguo Egipto son los grandes protagonistas, así que lo disfrutarás si sientes gran interés por la cultura de aquella civilización. Y si no es el caso, tampoco tendrás problemas en sentirte abrumado por las construcciones y ruinas que se presentarán ante tus ojos. ¡Es fácil entender que tienen un valor incalculable!

Saqqara

Buena parte del tiempo de esta excursión a Saqqara y Menfis la dedicaréis a visitar esta famosa necrópolis, que a menudo también se puede encontrar como ‘Sakkara’. Se trata de un recinto a cielo abierto con diferentes pirámides, mastabas y tumbas, así como otros espacios sagrados y complementarios. La más destacada es la Pirámide de Zoser o Djeser (Dinastía III), también conocida como Pirámide Escalonada. Es la primera de este tipo y se considera una transición entre la mastaba y las pirámides perfectas de Giza

El mérito es de Imhotep, uno de los primeros arquitectos del que se tiene constancia, pues lo consiguió gracias a dos hitos. Uno: concebir el edificio como si se tratara de mastabas superpuestas y de tamaño descendente hasta la cúspide. Y dos: emplear la piedra en lugar del adobe, lo cual sin duda ha permitido que su conservación en el tiempo haya sido tan longeva, pues data aproximadamente del 2650 a.C. Además, el conjunto estaba dotado de construcciones secundarias a su alrededor, como un patio interior, una tumba para el ka del rey en forma de estatua, un patio para la celebración del Heb-Sed (ritual de renovación del poder real) y una muralla de 10 metros que rodeaba todo el conjunto. 

La cámara del faraón se encuentra en el centro de la Pirámide Escalonada, a unos 28 metros bajo tierra, donde no se encontró la momia de Zoser. La decoración interior es sencilla y austera en general, aunque es posible admirar varias sorpresas. Por ejemplo, el serdab: una cámara cerrada situada en un ángulo de la pirámide que presenta unos pequeños huecos circulares para poder contemplar la estatua sedente del faraón (la actual es una copia de la original, conservada en El Cairo). 

Además de la Pirámide Escalonada hay otros conjuntos funerarios, dedicados a faraones a personajes muy distinguidos, aunque de tamaño más pequeño y en un estado de conservación desigual. Destaca la pirámide de Unas (Dinastía V), con paredes interiores cubiertas de jeroglíficos, y la Pirámide de Teti (Dinastía VI), con inscripciones parecidas en forma de cantos o letanías. Este también fue el lugar de enterramiento de Userkaf y Dyedkara-Isesi, ambos de la Dinastía V. La tumba de Mereruka (yerno de Teti) se compone de más de una treintena de cámaras e interesantes relieves policromados. El complejo funerario de Sejemjet (Dinastía V) nunca se terminó y se encuentra en ruinas, pero despertó gran interés porque a mediados del siglo XX se descubrió su sarcófago de alabastro, aunque al final se comprobó que estaba vacío.

Pero uno de los espacios más singulares y sorprendentes en esta excursión a Saqqara, por su carácter único en todo el Antiguo Egipto, es el Serapeum (no confundir con el de Alejandría): un lugar de enterramiento en el que, por motivos que aún se desconocen, se enterraban bueyes momificados, probablemente como invocación del buey sagrado Apis, dios de la fertilidad. Se componía de más de una veintena de cámaras con sus respectivos cofres de roca para contener los restos de los bueyes sagrados, así como estelas votivas, esculturas y otros elementos.

Sin duda, la necrópolis de Saqqara tenía un gran valor funerario para animales de carácter sagrado, más allá del mencionado Serapeum. Y es que recientemente se descubrió que contenía más de 8 millones de animales momificados. Sí: ¡8 millones! De distinto tamaño y especie, los más numerosos eran quizás los perros (ligados al culto al dios Anubis), gatos o mangostas, entre otros.

Qué ver en Menfis
Esfinge de memphis en el pueblo de Mit Rahina

Menfis

Como decíamos más arriba, pese a que Menfis fue una ciudad de enorme relevancia en el Antiguo Egipto, lo que queda en pie en Mit Rahina no es demasiado numeroso, por culpa de los daños y sepultamientos del Nilo, así como por el desmantelamiento de sus construcciones en época árabe. Así se puede comprobar, por ejemplo, en el Templo de Ptah, reducido hoy a un descampado con bloques de piedra de la sala hipóstila y otros espacios, pues las piezas de mayor valor encontradas aquí se llevaron al cercano Museo de Mit Rahina, a otros de Egipto e incluso se sacaron del país. Por tanto, lo más importante que ver aquí se encuentra en el Museo de Mit Rahina, como detallamos en la siguiente sección.

Museos de Sakkara y Menfis

Además del gran parque arqueológico que representa Saqqara, existen otros museos construidos in situ recientemente para poner mejor en valor algunos de los aspectos destacados de la necrópolis y de la antigua Menfis. Sin movernos de Saqqara, encontrarás el Museo Imhotep, un pequeño recinto cuidadosamente diseñado para dar a conocer la importancia del arquitecto de la Pirámide Escalonada, tan grande que siglos después llegó a ser divinizado.

Pero también se puede considerar todo un museo arqueológico con objetos procedentes de la necrópolis o incluso un centro de interpretación de la misma, pues también cuenta con maquetas y otros elementos explicativos. Esculturas, sarcófagos, vasos canopes o bloques de piedra con jeroglíficos son algunas de las muchas piezas que pueblan las vitrinas de este museo.

En cambio, el Museo de Mit Rahina es esencialmente un museo al aire libre, a modo de jardín en el que admirar piezas de la antigua Menfis y su Gran Templo de Ptah. Destaca la Esfinge de Alabastro, una de las más grandes y pesadas en este material, y bloques de piedra con decoración jeroglífica, así como restos de estatuas. Pero sin duda, el gran atractivo es la estatua colosal de Ramsés II: debido a que le falta parte de las piernas y a su enorme peso y tamaño, permaneció aquí en posición tumbada. Y así ha seguido hasta hoy, en este caso bajo techo gracias a que se le ha construido un pabellón ex profeso para su conservación y para ser admirado de cerca. De esta manera, su contemplación puede hacerse a escasos centímetros, pero también desde lo alto, gracias a que este pabellón cuenta con dos niveles distintos. Sin duda, una de las mejores ocasiones para comprender lo pequeño que se siente un mortal al lado de este famoso faraón de la dinastía XIX, que repitió esta fórmula en numerosas ocasiones, como puede apreciarse en otros muchos sitios, como Abu Simbel o el Gran Museo Egipcio de Giza.

Los otros enclaves Patrimonio de la Humanidad

Como decíamos, la excursión a Saqqara y Menfis se puede prolongar o se puede completar en otra jornada visitando otras necrópolis declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en un mismo sitio unitario: Abusir y Dahshur, incorporadas recientemente al circuito de lugares visitables del Antiguo Egipto. Y gracias a que su fama es menor que la de Saqqara y Menfis, podrás disfrutar de la visita casi en soledad, lo que causa mayor impresión.

Abusir

La ventaja de Abusir es que se trata de la necrópolis más cercana a El Cairo, sin contar el recinto de las Pirámides de Giza, claro. Y también juega a su favor su radiante actualidad, pues gracias a los continuos trabajos que se realizan aquí, en los últimos años es habitual encontrar noticias sobre este lugar en los medios de comunicación, casi siempre ligados a descubrimientos de tumbas intactas y hallazgos de enorme interés para arqueólogos y turistas en general. 

Los faraones que apostaron por Abusir fueron, principalmente, los de la Dinastía V. Y aquí se puede apreciar una continuación de la tendencia marcada por Micerino: las pirámides se vuelven más pequeñas y los templos y construcciones subsidiarias ganan proporcionalmente más tamaño. Destaca la Pirámide de Sahura, así como el templo funerario situado junto a ella. También permanecen en pie las de Neferefra, Nyuserra y Neferirkara, esta última escalonada y la más grande del recinto.

Pirámide de Dahshur

Dahshur

Geográficamente, la necrópolis de Dahshur es la más alejada a El Cairo. Pero cronológicamente, se sitúa después que la de Saqqara y antes que la de Abusir y Giza. Fue impulsada por el faraón Seneferu de la Dinastía IV, padre del famoso Keops, promotor de la Gran Pirámide de Giza, pero también fue utilizada ampliamente en el Imperio Medio, principalmente desde Amenemhat II (Dinastía XII). 

Incorporada a los circuitos turísticos hace relativamente poco tiempo, se trata de un lugar muy interesante para conocer la evolución de las pirámides, pues aquí hay algunas de gran importancia. Y por ello, es cada vez más habitual que se visite tras la excursión a Saqqara y Menfis.

La primera es la Pirámide Acodada o Pirámide Combada, mandada construir por Seneferu. Se considera una evolución de las pirámides escalonadas de Saqqara, aunque su perfil no es perfecto: comenzó con una inclinación de unos 55 grados pero hacia la mitad, cambia a 44 grados, dándole esa característica silueta combada. Llama también la atención su recubrimiento exterior liso que, por suerte para los visitantes, se ha conservado en buena medida y nos permite imaginar la perfección y precisión de este tipo de acabados, que también se empleó en las Pirámides de Giza. 

Sin embargo, por razones que se desconocen, Seneferu decidió abandonar la construcción de esta pirámide e iniciar otra: la Pirámide del Norte o Pirámide Roja. Esta sí se puede considerar ‘perfecta’ por la simetría de su perfil, gracias a que su pendiente es de unos 43 grados en todos los lados, con una altura total de unos 104 metros, algo superior a su vecina la Pirámide Acodada. Su entrada actual se sitúa a unos 30 metros y da acceso al interior, con tres cámaras pero sin decoración.

Además de estas dos pirámides, cabe citar otras estructuras funerarias, también interesantes:

  • Pirámide de Sesostris III: derruida, al igual que un templo funerario y otras pequeñas pirámides secundarias para damas reales
  • Pirámide Negra: de Amenemhat III, muy deteriorada. A ella pertenecía un piramidión de granito, hoy en el Museo de El Cairo
  • Tumbas y otros enterramientos de hijos de reyes y altos funcionarios

Cómo plantear una excursión a Sakkara, Menfis, Abusir y Dashhur

Como hemos explicado, las poblaciones más cercanas a Saqqara, Menfis, Abusir y Dahshur son pequeñas y poco distantes de El Cairo. Por ello, son lugares perfectos para ser abordados en forma de excursión. Saqqara y Menfis suelen ser las más habituales, pero Abusir y Dahshur cada vez atraen a más grupos y viajeros

Una jornada suele ser suficiente para conocer uno o dos de estos lugares de interés, partiendo desde El Cairo y regresando a ella tras la visita. Sin embargo, nada te impide emplear más tiempo en cada uno, o bien concentrar las cuatro visitas en una misma jornada. 

Lo que sí tienen en común todas estas opciones es el transporte: si bien la opción de los grandes grupos en autobús está a la orden del día, en Egipto Exclusivo podemos organizar una excursión a Saqqara y Menfis más personalizada y a medida, con chófer propio en un vehículo privado. Con el recorrido que elijas y con el tiempo que necesites para descubrir estos parques arqueológicos a tu ritmo. 

De hecho, podemos gestionar el alojamiento en el entorno de estos lugares de interés, si prefieres no regresar a El Cairo. O bien podemos integrar la visita en un circuito más amplio, que te puede llevar de camino o de regreso a un crucero por el Nilo en el Alto Egipto, un tour por los oasis del país o unas vacaciones en los destinos de sol y playa en el Mar Rojo, en este caso con la ayuda de vuelos nacionales. 

Sea cual sea tu opción preferida, Egipto Exclusivo se encarga de diseñar una solución a medida. ¡Contacta ahora con nosotros y disfruta de la mejor excursión a Saqqara, Menfis, Abusir y Dahshur!

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