5 curiosidades de la Gran Esfinge de Giza

Es un monumento conocido en todo el mundo, que cualquier persona ha visto cientos de veces en fotografía y algunos afortunados (quizás tú), también en persona. Pero a pesar de su fama, la mayoría no sabe o no ha reparado nunca en las siguientes curiosidades de la Gran Esfinge de Giza, que amplifican su mito, si cabe.

#1. Cuerpo de león y cabeza… ¡de faraón!

El prototipo de esfinge egipcia presenta a este ser fantástico con cuerpo recostado de león y con cabeza humana (distinto del prototipo griego, con alas y en una postura más alzada). Pero en este caso, no se trata de una cabeza cualquiera, sino la del faraón, puesto que en ella se distingue el pañuelo real nemes. Algunos expertos creen que se trata incluso de la representación del faraón Kefrén, promotor de la segunda Pirámide de Giza. 

#2. La más grande… ¿y la más antigua?

No cabe duda de que la Gran Esfinge de Giza es la más grande del Antiguo Egipto, con más de 73 metros de largo, más de 19 m de ancho y más de 20 m de alto. De lo que hay más dudas es de si se trata de la más antigua. En cualquier caso, está entre las primeras, puesto que este ser fantástico empezó a difundirse en tiempos de la dinastía IV, a la que perteneció Kefrén.

#3. Sin nariz… pero con cola

Como habrás observado, le falta la nariz. Cuenta la leyenda que se trata de un desperfecto ocasionado por el líder sufí Muhammad Sa’im al-Dahr, en el siglo XIV, quien, harto de los supuestos cultos idólatras que recibía, le desfiguró el rostro. En cambio, sí tiene cola, aunque para muchos pase desapercibida: la apoya en el suelo, rodeando su cuerpo, y es visible desde atrás.

#4. La Gran Esfinge de Giza tenía otro color

Aunque el color de la piedra caliza amarillenta le sienta como anillo al dedo a este personaje, pues es también el que tiene de manera natural un león, lo que sostienen muchos expertos es que en su origen estaba recubierta de un rojo intenso (cuerpo y cara), mientras que el pañuelo real nemes tendría los habituales colores negro y amarillo. De ser cierto, el efecto debió de ser realmente espectacular.

#5. Una estela histórica entre sus patas

Cuando observamos la Gran Esfinge desde una posición central, nos damos cuenta de que entre sus patas delanteras hay una estela: la Estela del Sueño. Es muy posterior a la época de la esfinge, pero igualmente histórica y relevante: la colocó el faraón Tutmosis IV (dinastía XVIII), como una muestra de legitimación de su poder. Y de hecho, se puede apreciar una representación del propio faraón, en acto de adoración a la Gran Esfinge de Giza. Eso nos invita a pensar que esta gigantesca estatua tenía en su momento una barba postiza ritual (habitual en el atuendo de los antiguos faraones), pues así lo muestra el relieve de la estela.

Post relacionados