Rosetta

Breve guía de Rosetta, Egipto en estado puro

Si te animas a realizar una excursión a la ciudad de Rosetta, el Egipto más genuino aparecerá ante tus ojos. El nombre de esta ciudad puede que te suene por la Piedra de Rosetta, cuyo descubrimiento revolucionó el conocimiento sobre el Antiguo Egipto. Quizás te suene también porque con ese nombre se conoce a uno de los dos brazos en que se divide el Nilo en el Delta: el de Damieta y el de Rosetta.

Sin embargo, si somos sinceros, no podemos decir que la ciudad más turística del país sea Rosetta. Egipto cuenta con otros muchos destinos que la superan en belleza y, sobre todo, en infraestructuras turísticas. Sin embargo, ofrece algunos atractivos que pueden interesar a los viajeros más enamorados del país. Por ello, nuestra agencia te da la posibilidad de organizar una excursión de media jornada o de una jornada completa desde Alejandría o desde El Cairo. Y en esta página te damos algunas pinceladas sobre lo que te esperaría.

Tabla de contenidos

Dónde está Rosetta y cómo es

Rosetta (en Egipto, conocida como Rashid o Rasheed) es una ciudad relativamente pequeña situada muy cerca de donde desemboca el brazo occidental del río Nilo. Y decimos ‘relativamente’ porque, como el resto del país, ha crecido mucho en los últimos años: de unos 50.000 habitantes a finales del siglo XX ha pasado a unos 300.000 en la actualidad. Administrativamente, pertenece a la Gobernación de Behera.

Aunque se ubica muy cerca del Mediterráneo, no entra dentro del concepto turístico de ‘costa mediterránea, sino en lo que se entiende como Delta del Nilo, pues no cuenta con playas que puedan ser explotadas turísticamente. En cambio, esta ubicación sí le vale para tener un clima más templado que en el resto de Egipto, con temperaturas que no suelen pasar de los 31 ºC en verano y no suelen bajar de los 10 ºC en invierno.

Historia de Rosetta y la importancia de su Piedra

No existen demasiados datos sobre el papel que tuvo Rosetta en el Egipto Antiguo, aunque por su ubicación tan singular cabe pensar que fue de relativa importancia. No obstante, hay que tener presente que en aquella época el paisaje de esta región era muy diferente, pues el Nilo no tenía solo dos brazos sino siete. Tampoco ayuda a conocer la verdadera importancia de Rosetta el hecho de que la ciudad, probablemente, cambió varias veces de nombre durante la época antigua y ptolemaica.

Algo más de información hay sobre Rosetta en el Egipto islámico, tras la conquista árabe. Ello se debe en parte a los relatos del geógrafo y escritor Ibn Hawqal, en el siglo XI, quien mencionaba baños públicos, palmerales, mercados, mercaderes, etc. No obstante, en época medieval habría permanecido siempre a la sombra de la cercana Alejandría, teniendo un rol más defensivo que comercial. Prueba de ello es su importante fortaleza que, no obstante, no evitó la momentánea ocupación francesa de la ciudad a mediados del siglo XIII durante la Séptima Cruzada.

Bajo dominio turco, a partir del siglo XVI, la ciudad comenzó a vivir una época de crecimiento a todos los niveles. Y así se mantuvo incluso hasta el siglo XIX, siendo un bello testimonio sus edificios y mansiones con estilo otomano, como mostramos más abajo. Era una época en la que su puerto podía presumir de ser uno de los más importantes del país y su ciudad, un destino habitual de viajeros británicos.

La ciudad también fue testigo directo (y víctima directa) de las batallas en el contexto de las Guerras Napoleónicas y la Campaña de Egipto: en 1799 tuvo lugar una nueva conquista francesa en la que quedó ‘cautiva’ la Piedra de Rosetta y Egipto se vio inmerso en duros combates entre franceses y británicos. Dos años después, a pesar de la derrota francesa, los británicos no devolvieron la Piedra a su lugar original, sino que pasó a engrosar el Museo Británico de Londres, donde hoy se expone.

El siglo XX fue, en cambio, época de declive, con su puerto ya relegado a un papel secundario con respecto al de Alejandría. Actualmente sigue sin formar parte de los grandes circuitos turísticos y eso permite que la ciudad tenga su propio ritmo de vida, más cercano al mundo rural en algunos aspectos y con rincones donde el tiempo parece haberse detenido. En cualquier caso, algunas reformas y rehabilitaciones recientes dejan al viajero cierto margen de maniobra para organizar un programa con visitas culturales durante su estancia.

Piedra Rosetta en Egipto

¿Qué importancia tuvo la Piedra de Rosetta?

Muchos son los viajeros que, al dar sus primeros pasos en el mundo de la Egiptología, se preguntan qué importancia tuvo la Piedra de Rosetta. Y aunque hoy pueda parecer un trozo de roca más, como tantos otros con grabados de la época faraónica, a comienzos de siglo XIX causó verdadero furor. 

Antes de llegar a ese momento, pongámonos en contexto para entender qué importancia tuvo la Piedra de Rosetta. Con este nombre se conoce a un trozo de estela, grabada en granito, que probablemente estuvo expuesta en un templo de la cercana Sais, importante ciudad del Antiguo Egipto que llegó a ser residencia real durante la Baja Época pero que acabó desapareciendo tras la invasión árabe. En tiempos medievales Sais sirvió de auténtica cantera, utilizándose numerosos sillares de antiguos edificios faraónicos para construir nuevas estructuras en el Delta

Fue entonces cuando se desmontó la estela y se trasladó a Rosetta para usarse como material constructivo en la fortaleza de esta ciudad. Siglos después, durante la invasión napoleónica, un soldado francés la descubrió durante unos trabajos de remodelación, quedando bajo custodia de su ejército. Pero en 1802, tras la capitulación ante las tropas británicas, la pieza fue embarcada y llevada a Londres.

Esta es la historia de su descubrimiento pero, ¿qué importancia tuvo la Piedra de Rosetta en el Egipto Antiguo y en la moderna Egiptología? Para entenderlo hay que fijarse en el texto grabado: es un acuerdo entre el clero egipcio y Ptolomeo V para que este último fuera tratado como deidad local. Y para que todo el mundo lo entendiera, se redactó en tres idiomas: jeroglífico, demótico y griego antiguo.

En el momento de su descubrimiento, la escritura jeroglífica aún no se había descifrado: permanecía como un misterio que impedía conocer el verdadero sentido de la civilización faraónica. Pero gracias a un estudio comparativo de los textos se pudo ‘decodificar’ el texto en jeroglífico y, con ello, arrojar luz sobre una cultura antigua que volvía a ser redescubierta por el mundo entero. El gran artífice de esa ‘traducción’ fue Jean-François Champollion en 1822.

En la actualidad, la Piedra de Rosetta es motivo de orgullo para la población local, pues hace que el nombre de su ciudad esté en boca de medio mundo. Pero los que visiten ahora Rosetta y Egipto se tendrán que conformar con una réplica, como mostramos más abajo.

Qué ver en Rosetta

Qué ver en Rosetta

Rosetta no es una ciudad turística. Y, por lo que parece, tampoco tiene mucha intención de serlo, a juzgar por el limitado desarrollo de infraestructuras turísticas, como museos y hoteles. Por ello, los lugares de interés que indicamos aquí abajo deberán visitarse en una sola jornada, sin pernocta, a modo de excursión desde Alejandría o El Cairo.

El monumento más impactante es, quizás, la fortaleza de Rosetta, también conocida como Fuerte Julien. Se encuentra a unos 5 km al norte de la ciudad, a orillas del río Nilo y a unos 4 km de la desembocadura en el Mediterráneo. Fue construido en época árabe, al final del periodo mameluco, en el siglo XV, durante el reinado del sultán Qaitbay, que también promovió la fortificación del puerto de Alejandría con un castillo que lleva su nombre. Fue posteriormente reforzado, en el siglo XVI, y sobre todo, en 1799, por parte del ejército francés. Como resultados de esos trabajos fue descubierta la Piedra de Rosetta y el conjunto adquirió su planta definitiva, con los baluartes de sus esquinas.

Las mansiones y casas de estilo otomano son otra de las señas de identidad de Rosetta. En Egipto, en cambio, no es muy común encontrar este tipo de edificios, lo que le da un toque muy original a algunas calles de la ciudad. Las reconocerás fácilmente, por las siguientes características:

  • Ladrillos planos de color negro y rojo, que se disponen de manera alterna
  • Ventanas cubiertas con celosías de madera
  • Piso superior que sobresale ligeramente sobre los inferiores en el plano de la fachada

Dos bellos ejemplos de este tipo de arquitectura son la Casa de Amasyali y la Casa de Abu Shaheen. Ambas han sido restauradas y son visitables para que el público conozca cómo se distribuían interiormente, cómo se decoraban las techumbres, qué mobiliario decoraba las estancias o qué maquinaria se utilizaba para las labores cotidianas.

Otro edificio que también presenta este tipo de arquitectura es el Museo de Rosetta (Rashid Museum), restaurado recientemente. Es aquí donde podrás comprender un poco mejor qué importancia tuvo la Piedra de Rosetta, puesto que se expone una réplica en sus salas. El resto del edificio funciona a modo de museo etnográfico.

El patrimonio arquitectónico islámico es también interesante en Rosetta, y Egipto Exclusivo puede configurar una ruta con las mezquitas más interesantes. De todas ellas, destaca probablemente la de Abou Mandour, a orillas del río Nilo. O la de El-Abbasi, pequeña pero donde se aprecia bien el influjo de la arquitectura otomana, tanto en el minarete como, sobre todo, la mencionada sucesión de ladrillos rojos y negros.

Y si lo que deseas es callejear por la ciudad para conocer las semejanzas y diferencias entre Rosetta y Egipto, puedes darte una vuelta por su zoco principal, que se extiende por calles del centro, como la Sharia Port Said, cerca de la Casa de Amasyali.

Cómo organizar tu viaje a Rosetta

Al tratarse de una ciudad poco turística y no tan poblada como otras del Delta del Nilo, la única vía de acceso a Rosetta es la carretera: no tiene aeropuerto ni estación de tren, y el tramo de río que baña la ciudad no es navegable. Por tanto, puedes recurrir al autobús de línea regular, los llamados microbuses, empleados por la población egipcia, aunque sus servicios no están pensados para turistas extranjeros.

El trasporte privado es la otra opción que se te presenta para viajar por carretera a Rosetta. Y Egipto Exclusivo te lo puede proporcionar como parte de una excursión de jornada completa a esta ciudad, ocupándonos también de incluir otros servicios, como el tour por la ciudad y el almuerzo, si lo deseas.

Podemos organizar este servicio desde cualquier punto pero, sobre todo, desde El Cairo y Alejandría. Estas son las distancias y los tiempos de este viaje:

  • Alejandría: 65 km, 1 hora de viaje
  • El Cairo: 240 km aproximadamente, 3 horas de viaje

Si necesitas más detalles para viajar a Rosetta, Egipto Exclusivo se pone a tu disposición para planificar esta excursión e integrarla en un circuito más amplio, si lo necesitas. ¡Contacta ahora y organiza una jornada diferente a lo que los turistas están acostumbrados a hacer!

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