El ritual de zaar en Egipto (también escrito a menudo como “zar”) se trata de una de las expresiones culturales y folclóricas más singulares de todo el país. Y es muy poco conocida entre los viajeros internacionales, pues de hecho resulta complicado asistir a uno de ellos. Pero no es imposible, y en este post te explicamos cómo puedes presenciar uno de estos espectáculos, que a buen seguro nunca olvidarás.
Qué es un ritual de zaar
Lo primero de todo es aclarar qué es un ritual de zaar: se trata de una práctica a medio camino entre la música y la religión, pues emplea instrumentos durante la actuación pero tiene un fin puramente espiritual: el del exorcismo. Concretamente, el de liberar el cuerpo de la presencia de djinn o genios malignos que hayan podido invadir a las personas. Su nombre significa “visita”, por propiciar este encuentro sobrenatural.
De hecho, se trata de un ritual que ha sido tradicionalmente rechazado por los musulmanes más ortodoxos, por considerarlo una especie de práctica pagana que no es reconocida en el marco coránico, pese a que en el libro sagrado islámico sí se hace mención a estos djinns. Estos últimos son genios, no siempre malignos, que pueden tener influencia sobre los seres humanos. Y para mantenerlos a raya, se emplean diferentes amuletos y prácticas, como la famosa Mano de Fátima.
En este caso, el ritual del zaar hunde sus raíces en el pasado y en otras culturas de África, pues se sabe que también tiene una amplia tradición en países como Etiopía o Sudán, de donde podría haber llegado a Egipto. En la actualidad, diferentes informaciones apuntan que está en serio peligro de extinción, pues cada vez son menos los músicos-exorcistas que se dedican a ello.
Cómo es uno de estos rituales
En el ritual de zaar participan principalmente mujeres, sobre todo la exorcista que lleva, literalmente, la voz cantante: durante la actuación, entra en trance para ponerse en contacto con estos espíritus o djinns, y de esta manera alejarlos de los presentes, ya sean hombres o mujeres.
De hecho, aunque son las mujeres las que tienen este poder purificador, en el ritual también participan algunos hombres (señores o sheikh) en este caso tocando instrumentos musicales de percusión y cuerda, como la tamboura (lira de seis cuerdas) para crear el ambiente propicio para la exorcización. A menudo, el ritmo predominante es el conocido como ayub (de dos tiempos), pero no sólo.
Sobre el escenario, las mujeres y los señores despliegan sus ritmos y cantos, que en ocasiones incluyen oraciones empleadas en prácticas místicas sufíes, acercando este ritual a otros también de gran tradición, como las actuaciones de los derviches giróvagos. En cualquier caso, los movimientos de sus protagonistas son aquí espontáneos, motivados por el propio ritual y ambiente, del que también puede participar el público.
Dónde ver un ritual de zaar en Egipto
Como decíamos, resulta difícil presenciar un ritual de zaar en Egipto, pues cada vez son menos los músicos-exorcistas que se dedican a ello. El rechazo por parte de los musulmanes más ortodoxos puede estar detrás de este lento declive, pero aún sobrevive en lugares como el barrio islámico del Cairo. Aquí, en algún centro cultural cercano al mercado de Jan el-Jalili, aún se organizan espectáculos de forma periódica para dar a conocer este ritual a los visitantes, presentándolo como una tradición a conservar. En ocasiones más especiales, también es posible presenciar esta danza ancestral en festivales folclóricos y religiosos, a modo de exhibición.
Además, también se pueden organizar actuaciones privadas bajo demanda, contactando directamente con estos músicos-mediums. Así que, si tienes curiosidad por presenciar uno de estos rituales entre lo artístico y lo sobrenatural, puedes ponerte en contacto con Egipto Exclusivo y estudiaremos las posibilidades que hay de asistir a uno durante tu viaje.


